Al celebrarse este domingo el Día Mundial del Sida, la Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó a mandatarios y ciudadanos a defender el derecho a la salud subsanando las desigualdades que entorpecen los progresos hacia el fin de esta enfermedad.
Este año la jornada se desarrolla bajo el lema «Emprendamos la senda de los derechos: Mi salud, mi derecho», con el objetivo de poner fin al sida como amenaza sanitaria para el 2030, informó la OMS.
«A pesar de los enormes progresos realizados en la respuesta al VIH, las violaciones de los derechos humanos siguen impidiendo que el mundo acabe con el sida», afirmó la directora ejecutiva del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida), Winnie Byanyima.
Entre los aspectos que impiden a las personas acceder a los servicios relacionados con el VIH, esenciales para salvar sus vidas y acabar con la pandemia, mencionó la falta de acceso de las niñas a la educación, la impunidad para la violencia de género, y el hecho de que pueden ser detenidas por lo que son o por lo que aman.
Según un nuevo informe de Onusida, de los 39,9 millones de personas que viven con el VIH, 9,3 millones aún no tienen acceso a un tratamiento que podría salvarles la vida.
El año pasado, 630 000 individuos murieron de enfermedades relacionadas con el sida, y 1,3 millones en todo el mundo contrajeron el VIH.
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