Cómo la infancia moldea las relaciones adultas: el papel clave de los cuidadores familiares



El apego en la infancia es fundamental para la salud mental y las relaciones interpersonales. Diversos estudios demostraron cómo los vínculos afectivos tempranos con las figuras de cuidado influyen en la forma de percibirse a sí mismo y a los demás en la vida adulta.

Más de la mitad de los problemas de salud mental en la población general tienen su origen en la infancia, con suficiente evidencia que demuestra la continuación del padecimiento en la vida adulta. La mitad de los trastornos mentales aparecen por primera vez antes de los 14 años y más del 70% de los mismos comienzan antes de los 18 años.

Dichos problemas interfieren en las relaciones socio-familiares del niño, por lo que son un motivo de consulta de los servicios de atención primaria, pediatría clínica médica y prosiguen con la derivación a las consultas a psicología y /o psiquiatría infantil.

Mary Ainsworth, psicoanalista estadounidense, llevó adelante la comprobación de la teoría planteada por Bowlby, acerca del apego en la infancia mediante diferentes observaciones empíricas. Esta investigadora estudió los tipos de vinculación afectiva creados entre madre e hijo. Hoy estos trabajos se siguen realizando con las figuras de cuidado de cada niño, no únicamente su mamá. Clasificó a los niños en función del patrón de apego que establecían con la madre: apego seguro, apego inseguro y no apego y comparó los resultados con otro estudio realizado en Uganda.

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