Cuando los pacientes acuden con el Dr. Brandon L. Adler con dermatitis en el párpado, la cara o el cuello, habitualmente les pregunta si se aplican aceites esenciales en la piel o si tienen un difusor o nebulizador de aceites esenciales en su hogar.[1]
“Con frecuencia, la respuesta es ‘sí'”, compartió el Dr. Adler, profesor asistente clínico de dermatología en la University of Southern California en Los Ángeles, Estados Unidos, en el Congreso Anual de la Pacific Dermatologic Association (PDA) de 2022. “Los aceites esenciales se usan ampliamente en toda la industria del bienestar. Están presentes en productos de cuidado personal, productos de belleza, productos de limpieza naturales y nuestros pacientes usan difusores en el aire. Se informa que más de 75 aceites esenciales causan dermatitis alérgica por contacto”.
Los componentes químicos naturales contenidos en los aceites esenciales pueden causar reacciones en la piel, especialmente el linalol y el limoneno. “El linalol se asocia más clásicamente con la lavanda, mientras que el limoneno se asocia con los cítricos, pero se encuentra en muchas plantas diferentes”, indicó el Dr. Adler, quien dirige la Clínica de Dermatitis de Contacto de la University of Southern California. “Por sí solos, el linalol y el limoneno no son particularmente alergénicos; no son un gran problema en la prueba del parche. El problema surge cuando agregamos aire a la mezcla, porque se oxidan a hidroperóxidos de linalol y limoneno. Estos son alérgenos bastante potentes”.
Según los datos más recientes del North American Contact Dermatitis Group, 8,9% de los pacientes que se sometieron a la prueba del parche dieron positivo a los hidroperóxidos de linalol y 2,6% dieron positivo a los hidroperóxidos de limoneno.
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